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¿Cuando debe estar dispuesto a tener una buena deuda?
Al menos una vez en la vida de todos, se preguntarán, "¿Puede alguien pagar mi deudapara que pueda acabar con ella?" Obviamente, la deuda es una carga para muchos que hace la vida más difícil y es un recordatorio constante de su situación financiera, pero ¿sabías que algunas deudas podrían ser beneficiosas para tu salud financiera? Esto es lo que necesitas saber sobre las deudas buenas y malas y cuándo te conviene seguir endeudado.
Deuda buena vs. deuda mala
Hay deudas buenas y malas, y es importante distinguirlas. La deuda buena es el crédito que utilizas para comprar activos que contribuirán a tu patrimonio, como una casa o la continuación de tus estudios. La idea que subyace a este tipo de deudas es que, con el tiempo, aumentarán su valor neto y su potencial de ingresos; por lo tanto, "vale la pena" asumir la carga ahora.
Por otro lado, la deuda mala es el crédito que utiliza para comprar artículos que no tendrán un impacto a largo plazo en su estabilidad financiera, como alimentos o ropa. Estas compras tienen más probabilidades de provocar estrés financiero y dificultades para pagar la deuda, especialmente si se arrastran de un mes a otro.
¿Cuándo me conviene tener una deuda buena?
Algunos factores determinan cuándo te conviene tener una buena deuda: tus ingresos, tus deudas y tus objetivos. Cada uno de estos factores está vinculado entre sí, por lo que debes considerarlos todos como parte del mismo ecosistema financiero.
Sus ingresos
Cuando se trata de sus ingresos, contraer una buena deuda puede ayudarle a permitirse compras o inversiones más grandes que aumenten su patrimonio neto. Del mismo modo, si está trabajando para ahorrar para un objetivo a largo plazo, como la jubilación, contraer una buena deuda puede ayudar a acelerar el proceso. Adquirir una hipoteca sobre una vivienda se consideraría una "buena" deuda en este caso, porque cuanto más la pague, más capital acumulará en su casa. A continuación, puede utilizar este patrimonio para aumentar su valor neto, vender su casa para obtener un beneficio y mudarse a un lugar más pequeño durante la jubilación que le permita vivir de los beneficios.
Sus deudas
Al igual que sus ingresos, sus deudas deben alinearse con sus objetivos. Por ejemplo, si estás ahorrando para un objetivo a largo plazo, como la jubilación, está bien tener una deuda con un interés más bajo, como una hipoteca o un préstamo para el coche, en lugar de una deuda con un interés más alto, como la de las tarjetas de crédito.
Sin embargo, si estás trabajando para acumular más deudas a corto plazo (como comestibles o entretenimiento), reducir tus tasas de interés y/o tomar préstamos más pequeños que se pagarán rápidamente es más probable que te ayude a alcanzar tu meta más rápido.
Sus objetivos
Por último, es esencial tener en cuenta sus objetivos y cómo se puede utilizar la deuda para alcanzarlos. Por ejemplo, si actualmente estás atrapado en un trabajo sin futuro, invertir en tu educación podría darte la oportunidad de encontrar un trabajo mejor pagado en el futuro. Asumir una buena deuda para cubrir los costes de la matrícula o los gastos de manutención mientras estudias podría tener sentido siempre que tengas un plan para devolverla rápidamente una vez que te hayas graduado y hayas conseguido el trabajo de tus sueños.
La conclusión
Cuando consideres si debes o no contraer una buena deuda, es crucial que tengas en cuenta todos los factores anteriores y que descubras qué es lo mejor para ti. No tengas miedo de pedir ayuda a un asesor financiero o a otros profesionales que puedan aconsejarte de forma imparcial sobre qué tipo de deuda es la adecuada para ti.