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Como negociar con su prestamista
Hay dos tipos de negociaciones cuando se trata de prestamistas. La primera tiene lugar antes de firmar el contrato de préstamo. Es cuando el solicitante negocia los términos y condiciones del préstamo. Una calculadora de pagos de préstamos es una herramienta útil en ese caso. El segundo tipo de negociación tiene lugar cuando el prestatario quiere cambiar las condiciones del contrato de préstamo.
Prepréstamo: Negociación de los términos y condiciones del préstamo
Los solicitantes de préstamos suelen pensar que están a merced del prestamista cuando se les aprueba inicialmente la financiación. Pero no es así. Se pueden negociar varios aspectos del préstamo, como el tipo de interés, la duración del plazo del préstamo y los pagos iniciales en determinados casos. En una negociación, estos aspectos se conocen como "palancas" que los prestatarios pueden utilizar para conseguir un mejor trato.
Los tipos de interés no son inamovibles. El prestamista puede anunciar un tipo específico y afirmar que es el "mejor que puede hacer", pero siempre hay otro nivel al que puede llegar. El prestatario no debe tener miedo de pedir un descuento si tiene una solicitud sólida. Los prestamistas saben que los solicitantes con una alta puntuación crediticia y un buen historial de pagos pueden obtener la aprobación en otros lugares. Recuérdeselo.
El siguiente nivel es la duración del plazo del préstamo. Los prestamistas ganan más dinero con los préstamos a largo plazo que con los préstamos a corto plazo. La TAE que anuncian no es sólo el tipo de interés. También incluye las comisiones y los gastos mensuales. Por otro lado, también asumen más riesgos con los préstamos a largo plazo. El solicitante debe saber a qué atenerse para poder utilizarlo como palanca.
Los pagos iniciales entran en juego cuando una persona solicita una hipoteca o un préstamo para la compra de un coche. En ambos casos, un pago inicial más elevado suele mejorar las condiciones del préstamo. Pagar un 20% o más de entrada por una casa elimina la necesidad de contratar un seguro hipotecario privado (PMI). Pagar más en efectivo por un coche abre la puerta a más opciones de prestamista y una TAE más baja.
Negociaciones de reembolso: Refinanciación y liquidación de deudas
Los préstamos a largo plazo pueden refinanciarse cuando bajan los tipos de interés o cambian las circunstancias financieras. Este es otro escenario en el que el prestatario tiene la mayor parte del apalancamiento. El préstamo ya existe. Se han efectuado los pagos, con suerte puntualmente. Llevar ese historial crediticio a un prestamista y pedir nuevas condiciones es una práctica habitual. El prestatario está en una buena posición para conseguir lo que quiere.
La liquidación de deudas es una situación diferente. Cuando una persona se retrasa en los pagos, el prestamista tiene la sartén por el mango y necesita ofrecer una cantidad a tanto alzado para saldar la deuda. La mayoría de los prestamistas aceptan un porcentaje de lo que se debe, de modo que reciben algo, pero la cantidad depende de ellos. La única baza del prestatario es su situación financiera. Pueden alegar pobreza y puede que paguen centavos por dólar.
El resultado final
Saber quién tiene la ventaja en una negociación con un prestamista es la clave para conseguir buenas condiciones. El tipo de interés, la duración del préstamo y el importe del pago inicial son algunas de las palancas que una persona puede utilizar. A la hora de refinanciar, su historial de pagos puntuales le coloca en una posición de fuerza. No ocurre lo mismo con la liquidación de deudas, por lo que la mayor parte de la influencia corresponde al prestamista. Si una persona sabe a qué atenerse, obtendrá lo que desea.
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