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Características de un lugar de trabajo saludable
Un lugar de trabajo saludable es aquel en el que los empleados se sienten cómodos y apoyados. Es un lugar donde pueden ser ellos mismos y hacer su mejor trabajo. Aunque no todos los lugares de trabajo funcionales son exactamente iguales, comparten algunas características clave. Veamos los rasgos distintivos de un lugar de trabajo saludable:
Equilibrio entre la vida laboral y la personal
El equilibrio entre la vida laboral y la personal es la capacidad de lograr una sensación de armonía entre el "trabajo" (las actividades relacionadas con la propia ocupación) y la "vida" (el resto de las actividades diarias de una persona fuera del trabajo: familia, aficiones, hogar, etc.). Alcanzar este equilibrio puede ayudar a prevenir el agotamiento, aumentar la satisfacción laboral y mejorar el bienestar general.
Algunos componentes de un buen equilibrio entre la vida laboral y la personal incluyen límites claros entre el trabajo y la vida familiar y un lugar de trabajo que comprenda las obligaciones fuera del trabajo (y las acomode dentro de lo razonable). Esto puede implicar la posibilidad de que los empleados establezcan un horario de trabajo regular y lo cumplan en la medida de lo posible. Los empleados también deberían poder ausentarse del trabajo con regularidad, tanto para las vacaciones como para los descansos diarios de las tareas.
Flexibilidad
Un lugar de trabajo saludable es aquel en el que los empleados se sienten cómodos expresando sus opiniones, pueden ofrecer su opinión sobre las decisiones de la empresa y tienen un buen equilibrio entre el trabajo y la vida privada. Un entorno de trabajo flexible es la clave para conseguirlo. La flexibilidad puede adoptar muchas formas, pero suele significar que los empleados sienten que tienen cierto control sobre su jornada laboral, ya sea en términos de horarios, tareas o entorno de trabajo. Los buenos empleadores también son flexibles en su forma de pensar y están abiertos a nuevas ideas y formas de hacer las cosas. Esto les permite adaptarse rápidamente a los cambios del mercado o a los acontecimientos inesperados, y mantener el compromiso de sus empleados.
Buena comunicación
La buena comunicación es un aspecto clave de un lugar de trabajo saludable. Tanto si se trata de la forma en que los compañeros hablan entre sí como de la comunicación en toda la empresa, una comunicación eficaz, clara y transparente puede generar confianza y evitar pérdidas de tiempo y confusiones. Por supuesto, una comunicación eficaz no sólo significa ser capaz de expresarse con claridad: También significa saber escuchar y ser capaz de entender lo que dicen los demás.
La gente se siente valorada y respetada
No es ningún secreto que sentirse valorado y respetado en el trabajo puede suponer una gran diferencia en la satisfacción general de los empleados con su trabajo. Hay muchos factores que pueden contribuir a un lugar de trabajo en el que los empleados se sientan valorados y respetados, incluidos los mencionados anteriormente. Hay otras formas en que las empresas pueden mostrar a los empleados que invierten en sus carreras. Por ejemplo, si los empleados tienen la oportunidad de aprender y crecer, sentirán que la empresa invierte en su desarrollo y que hay espacio para que avancen en su carrera. Sentirse valorado también se extiende a la remuneración y los beneficios: cosas como el seguro médico, seguro de vida y los días de vacaciones son importantes. En general, crear un entorno en el que los empleados se sientan valorados y respetados ayuda a que las personas se sientan motivadas e implicadas en su trabajo. También es más probable que confíen en sus colegas y establezcan relaciones sólidas con ellos.